El pavimento hidraúlico nació durante el final del siglo XIX en Francia y llegó a España un poco más tarde, gracias a Gaudí y sus proyectos. Se trata de un tipo de pavimento que tenía un diseño muy característico y se utilizaba para mejorar la decoración de suelos y paredes. Cada pieza se fabricaba de forma individual en unos moldes especiales y se aplicaban los pigmentos gracias a unas trepas que se situaban encima. El prensado integraba el pigmento con la pieza final y creaba ese aspecto inconfundible que hacía de cada pieza algo único.
Actualmente, se sigue fabricando de la misma manera, integrando de esta manera cada una de las piezas, creando un entorno único y muy tradicional. Son piezas que muestran el estilo de épocas pasadas y que marcan una decoración que propone una imagen distinta y muy original. Estas piezas presentan una imagen muy característica e incluso pueden presentar signos de envejecimiento, ya que no son tan impermeables como las piezas de gres. Eso sí, ese aspecto envejecido puede ser utilizado como un aliciente, ya que ofrece una imagen más rústica y agradable a la vista.
El toque vintage que ofrece este tipo de pavimento es muy agradable y permite que el espacio donde se utiliza gane en presencia, rompiendo el estilo homogéneo que se puede encontrar en todos los espacios. Es un tipo de pavimento que queda muy bien en la cocina o el baño, integrándose muy bien con un tipo de decoración más vintage. El suelo con pavimento hidráulico ofrece un contraste muy visual con los muebles y otro tipo de decoración, por lo que se consigue un espacio único.
La elegancia conseguida con el pavimento hidraúlico, unido a ese aspecto original y antiguo es una excelente opción para la decoración del hogar, así que le invitamos a visitar nuestro catálogo y descubrir los distintos modelos que podemos ofrecerle para decorar los suelos y paredes de su vivienda con azulejos hidraúlicos, una moda clásica que vuelve a estar de moda y a ofrecer miles de posibilidades para el hogar.