La de la firma italiana LAGO es una de esas historias que nos gusta escuchar (o leer). Una historia de las que generan confianza en sus clientes y que supone en sí misma un valor más de la marca de diseño: se trata, cómo no, de la historia de una familia. Sus orígenes se remontan a finales del s.XIX cuando Policarpo LAGO comenzaba una actividad artesanal de ebanista que nunca le haría presagiar el largo recorrido que le esperaba. Hoy en día, y ya en manos de la cuarta generación, LAGO está presente en todo el mundo con más de 400 tiendas seleccionadas y numerosas tiendas exclusivas en ciudades europeas como Roma, Milán, Berlín, París, Londres o Madrid. Sí, Madrid también (por suerte para nosotros).
Aunque LAGO crea soluciones completas para todas las áreas de la casa, en esta ocasión queremos darle un protagonismo especial a las maravillas que nos hemos encontrado en su colección para dormitorio y salón. Y decimos maravillas porque no hay nada que valoremos más que el diseño que entran en sintonía con la gente que lo vive. Es decir, todo se resume en una palabra clave: versatilidad. Y de eso LAGO es uno de los expertos a nivel mundial. Desde la marca piensan que “el diseño es capaz de traer un cambio positivo en la manera de vivir los espacios y de generar empatía entre los interiores y las personas que los habitan”.
– Modularidad: además de un diseño atractivo y contemporáneo, las piezas de LAGO no conocen el límite de los espacios. Puedes diseñar tu propio salón o tu propio dormitorio sabiendo que, gracias a su carácter modular, encontrarás la combinación perfecto. Diseño al milímetro.
– Ligereza: Líneas puras y limpias desafían la fuerza de la gravedad convirtiendo los ambientes en ambientes ligeros. Los muebles de la firma pueden situarse tanto suspendidos de la pared como en el medio del salón. Ellos simplemente tienen buenas ideas y diseñan soluciones, tú eres el que decide cómo utilizarlo.
– Contraste: en la variedad está el buen gusto. Y por eso la colección de LAGO incluye vidrio, madera, lacado o metal. Juega con ellos pero, eso sí, combínalos con cabeza.
– Vitalidad: el eterno problema de los colores. ¿Quién no se ha querido comprar un mueble pero no estaba disponible en el color que tenía en mente? LAGO ofrece una paleta de 32 colores con los que conseguir exactamente el salón y el dormitorio que te estás imaginando.
– Dimensión arquitectónica: ¿eres de los que tienen la suerte de tener una pared curvilínea o columnas? Los muebles de LAGO se adaptan también a la forma de tu casa y te ayudarán a generar nuevos interiores.
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