Geometría, el nuevo patrón decorativo

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La tendencia más rompedora de la temporada en lo que diseño de interiores se refiere pasa por combinar líneas rectas en miles de direcciones para crear efectos ópticos sorprendentes.

Romper la monotonía. Eso es lo que mejor sabe hacer la geometría en un espacio. Pone la nota divertida y puede conseguir efectos visuales sorprendentes, siempre que sepas combinarlo. Porque si no, puede ser todo un desastre. Durante los años 50, el suelo de damero llenaba las cafeterías norteamericanas, -esas que incluían una larga carta de batidos hipercalóricos-, y en los años 60, las formas llegaron a calificarse de psicodélicas, por sus formas y multitud de colores. Era el más es más. Ahora, la mesura manda: desde papeles pintados hasta textiles y alfombras, pero siempre dejando que sea el detalle y no la base.

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UNA TENDENCIA QUE TAMBIÉN ES ESCANDINAVA

La decoración de estilo escandinavo sigue siendo una de las más perseguidas. Y el triángulo se erige como la mejor forma de conseguirlo. Con él, parece que el espacio se ordena. Apostar por los equiláteros, -sí, esos que tienen sus tres lados iguales-, o sumar dos, dando lugar a un rombo, crea un efecto óptico sorprendente. Si además, quieres suavizarlo, suma una forma más: el círculo.

Para no salir de esta estética del norte de Europa, no subas demasiado su color. Neutros y básicos en líneas depuradas que buscan y encuentran en el metal su mejor aliado. Y si nos fijamos en todas las redes sociales, donde la geometría ha entrado con fuerza este año es, sin duda, en la cocina: menaje, accesorios, desde vajillas a paños, servilletas y cristalería hasta todo tipo de textiles que buscan darle a uno de los espacios más vivos de la casa, un toque de distinción.

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NO ROMPER LAS PROPORCIONES

Y, para ello, lo mejor son las paredes y los suelos. Los azulejos son una de las mejores formas de expresión de esta tendencia, teniendo al clásico damero en blanco y negro como su mayor exponente. Solo hay que ver los miles de pasillos y recibidores ingleses que lo tienen como protagonista. Sin duda, la manera más elegante y sofisticada que existe en cuanto a combinaciones geométricas se refiere.

Diseños sencillos y sin grandes elementos decorativos, o sumando uno a otro y dejando que sea el blanco o el negro su base. Nunca más de una pared en un mismo espacio y, si lo eliges en vertical, olvídate de usarlo en horizontal. O deja que respire dándoles todo el espacio que necesitan para que acaparen toda la atención. Mantener las líneas rectas y no matar las proporciones de cada uno de los estampados elegidos. Es decir, puedes mezclar grande y pequeño, pero nada de combinar formas con el mismo tamaño.

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HAY QUE JUGAR CON LA FORMA Y EL COLOR

Y sin miedo. Porque lo realmente arriesgado es la mezcla de colores vivos y pasteles o la suma sin control de formas: quebradas, redondeadas y hexagonales. La clave para no equivocarse, como siempre, la combinación.

El naranja, cualquier tono de amarillo y los azules son los más adecuados para desterrar al clásico Black&White. Una imagen contemporánea que puede conseguirse, por ejemplo, en un dormitorio: mezclándolos en un edredón de triángulos grandes con cojines pequeños. O en un sofá liso con cojines estampados a todos color.

La madera es un material que deja que sean los estampados, los colores y las formas quienes jueguen. En acabado mate, con líneas rectas y en tonos claros es la mejor opción. El acero o las chapas lacadas en colores neutros, -sobre todo si son grises-, son una buena opción para los accesorios que complementen el espacio. Lámparas, carros o revisteros que también pueden vestirse en tonos dorados, cobres y latones. Y son estos materiales los que buscan esa geometría en su forma. Creando cuadrados, rectángulos y equiláteros que escapan de la matemática.

Visto en elespanol.com

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